Ese es el mal de hoy: se vive en modo automático, desconociendo lo que realmente sentimos. Muchos especialistas de la salud mencionan que la próxima pandemia será la de salud mental.
Por Tania Guimac. 18 abril, 2022. Publicado en El Tiempo, el 16 de abril de 2022.Un día, le comentaba a una amiga: “meditar será poner la mente en blanco, prender velas inciensos, y encontrar la paz, tranquilidad pura”.
La meditación no se ve como muchos creen. La meditación es el mindfulness; la traducción es la atención plena. Todos los seres humanos tenemos esa capacidad de atender y concentrarnos de manera consciente. Implica la mayor involucración de tus sentidos en la actividad que estás realizando y conectarlos entre sí. Aquí viene el gran reto, mirando la realidad vemos que los estímulos externos nos superan en capacidades y el estilo de vida tan agitado nos acelera viviendo un futuro próximo lleno de planeación.
Ese es el mal de hoy: se vive en modo automático, desconociendo lo que realmente sentimos. Muchos especialistas de la salud mencionan que la próxima pandemia será la de salud mental. ¿Por qué ahora se pone el foco en ello? En nuestro país, el incremento de las tasas de estrés, ansiedad y problemas psiquiátricos nos muestra una realidad muy cruda. En países como el nuestro, donde la salud y la educación no son de los más atendidos por el Estado, el 2020 se declaró en crisis la salud y de nuestro sistema hospitalario.
El mindfulness se presenta como una opción, te invita a conectarte nuevamente contigo mismo, y desconectar al piloto automático conductor de tu vida. La definición del mindfulness por Kabat-Zinn, es la conciencia que emerge al poner atención con un propósito; al momento presente, y sin juzgar la experiencia vivida momento a momento. Esta técnica de atención plena la puede realizar cualquier persona, no necesita ser monje, budista, o un ser superior. Solo requiere estar en consciencia de lo que ocurre en el presente; esta se trata más de sentir que de pensar.
Actualmente, con gran fuerza en ámbitos clínicos, organizacionales, y educativos, está considerada como una terapia de tercera generación, en la cual los estudios neurocientíficos han incrementado. Inicialmente, el enfoque de trabajo estuvo en el dolor, el estrés y calidad de vida. A nivel clínico han demostrado alta efectividad, sobre todo en tratamientos del estrés, distrés, cáncer, trastornos de ansiedad, de personalidad, conducta alimentaria, entre otros.
En el ámbito organizacional, el mindfulness tiene efectos en la mejora del desempeño y las relaciones interpersonales (clima laboral). Con esta se realiza un óptimo trabajo, centrando la atención tarea por tarea (contrario al multitasking). Una herramienta, que utiliza mucha base del mindfulness es el Optimal work, con la cual se reenmarca nuestro pensamiento y se centra más la atención.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.